Las cercanías enfrentan a Vilagarcía con los demás concellos implicados.
El gobierno local no se opone al proyecto, pero siempre que sea compatible con la senda verde de Bamio
Los alcaldes del Baixo Ulla critican que la alcaldesa no acudiese a la reunión sobre el futuro del tren en Santiago
Tan solo Vilagarcía faltó a la reunión que se celebró en la tarde del jueves para debatir el futuro del tren de cercanías desde la ciudad arousana a Santiago manteniendo las vías que van a quedar en desuso con la llegada de la alta velocidad. Estuvieron representantes de Santiago, Ames, Teo, Rois, Padrón, Pontecesures, Valga y Catoira, y todos ellos se mostraron a favor de la iniciativa. Y no solo fueron unánimes en ese sentido, sino que todos coincidieron también a la hora de lamentar y criticar que nadie del gobierno local haya acudido a la reunión, sobre todo después de oír a la alcaldesa, unas horas antes, defender la senda verde proyectada hasta Bamio por encima de las infraestructuras ferroviarias.
Malestar por el plantón
La polémica está pues servida, porque todos los demás ayuntamientos implicados están ahora molestos con Vilagarcía, hasta el punto de subrayar que, no acudiendo a la cita, carece ya de argumentos para defender su postura. «Yo puedo entender lo de las senda verde, y puedo entender que algunos vecinos, como los de Bamio, se puedan creer perjudicados, pero si no acudes a la reunión no puedes defender tu postura (indicó ayer el edil cesureño Luis Ángel Sabariz). Además, cuando hace unos meses nos reunimos con ella y con Membrives, su compromiso fue de estudiar la propuesta y de venir a la reunión para escuchar lo que se quería hacer».
A la vez que arreciaban las críticas, el gobierno local suavizó ayer su postura para puntualizar que Vilagarcía no se oponía al tren de cercanías, pero que defendería solo aquellas alternativas que sean compatibles con la senda verde, a la vez que recuerda que ese proyecto (el de la recuperación de la margen del río desde Carril hasta Bamio una vez desmanteladas las actuales vías) fue aprobado en el pleno municipal en el año 2006 a raíz de una moción de IU que fue apoyada por los demás grupos políticos.
El principal escollo de esta alternativa es que dejaría sin servicio ferroviario a Catoira, Valga y Pontecesures, y como recuerda Luis Ángel Sabariz, «los demás también vamos a Vilagarcía a hacer gestiones y a realizar compras».
LA VOZ DE GALICIA, 09/09/05
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