El burro «Facundo», montado por el cesureño Marcos Ferro, 2º en la carrera de San Miguel de Deiro.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Marcos

Les costó organizarse sobre la parrilla de salida a estos peculiares monoplazas. Pasaban escasos minutos de las siete de la tarde bajo un extraño Sol abrasador, cuando sonaba la campana de la capilla que anunciaba el inminente comienzo de la prueba. Los jinetes (en la primera de las mangas las burras eran montadas por hombres), se afanaban con todas sus fuerzas por situar los asnos sobre la línea de salida en un lugar privilegiado. Alguien con un cubata en la mano trataba de ayudar a los esforzados jinetes con sabios consejos: «Mételle o freno de man», decía un aficionado muy convencido de sus palabras.
La pole position se vendía muy cara. Hubo incluso quien propinaba patadas al sufrido e indómito animal para que asumiera sus directrices. Finalmente, todos lograron situarse en sus puestos para «despegar». En total nueve burras con sus respectivos jinetes. Miguel, Pablo, Adrián, Fati, Marcos, Cholo, Fran Patiño y Fran aguardaban impacientes sobre Lara, Gemela Paulina, Rafa, Facundo, Negrita Primera, Usain Bolt y Negrita Segunda. Efectivamente, los lectores que siguen año tras año la carrera se habrán dado cuenta que en en la relación falta la ganadora de la pasada edición: la burra Ferrari de Padrón, que no podría revalidar y defender su título. Sin competidores galácticos, era la oportunidad para las nuevas generaciones asnales.
Pistoletazo de salida
Tras la explosión del cohete, las burras salieron. Algunas al «galope», cual si de un pura sangre se tratase, y otras a un ritmo más dominguero, que parecían más interesadas por saludar al numeroso público que se se agolpaba en los recodos del circuito. Al igual que en las carreras de Fórmula Uno, siempre hay algún monoplaza que se cala en la salida.
Eran tres vueltas a un pequeño circuito que rodeaba la capilla de San Roque do Monte y el palco de la fiesta. Xacobe Pérez, presidente la la asociación en defensa del Burro Fariñeiro, con un estilo híbrido, a medio camino entre Manolo Lama y Manuel Pampín, ponía un toque de humor a la narración de la prueba. Solo faltaba Antonio Lobato, «el calvo» de Telecinco, (ahora en la Sexta) a pie de pista. Ya saben, si pestañean se lo van a perder.
Usain Bolt montada por Fran Patiño no tuvo rival. Tan solo Marcos Ferro lograba seguir, aunque desde bien lejos, las pegadas a la revelación de esta carrera. Usain Bolt se gustó en su llegada a la meta. Redujo la marcha, y se preparó para saludar al público y a los flashes, con la tranquilidad de quien sabe que los veinte metros escasos que restaban para cruzar la línea, eran su momento de gloria.
Tras Usain Bolt llegó a la meta Facundo, montado por Marcos Ferro. La tercera posición estuvo tan disputada que el jurado decidió que Negrita Segunda y General, montados por Fran y por Pablo respectivamente, compartieran la medalla de bronce.
Carrera femenina
Posteriormente las burras cambiaron de jinetes, y sobre ellas montaban ahora las mujeres. En esta segunda manga, Usain Bolt tampoco tuvo rival, y se impuso con más facilidad si cabe a sus perseguidoras. Asimismo, el cansancio hizo mella sobre unos castigados asnos, lo que propició que muchos incluso no llegaran a la línea de meta, completando únicamente dos de las tres vueltas que componían la carrera.
Tras la competición se procedió a la entrega de trofeos. Cada participante recibió un saco de pienso de regalo, y los primeros clasificados se llevaron, además, 100, 75 y 50 euros en metálico.

LA VOZ DE GALICIA, 08/09/09


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