El PP deja las puertas abiertas en el Senado a la ´Alternativa 1´ de la variante de la N-550.
El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, se entrevistó el lunes con la ministra de Fomento, Ana Pastor, y a propuesta del regidor se acordó estudiar un trazado para la variante de la N-550 que combinaría parte de la «Alternativa 1» -la que pidieron tanto el municipio valgués como el pontecesureño-, con la «Alternativa 3», descartando así la «Alternativa 4» impuesta por el Estado, a la que todos se oponen en el Ullán. Pero no es éste el único motivo de esperanza para los afectados, sino que al mismo tiempo que esto sucedía, en el Senado se debatía una moción de los socialistas que pedían la anulación total del proyecto, para que en lugar de construir una variante se libere de peaje la autopista. Y resulta que en ese debate el PP planteó que la «Alternativa 1» aún tiene posibilidades.
Así lo reconoce incluso el PSOE, que sin embargo no se cree la postura de los conservadores y la define como «una huida hacia adelante». En esta formación incluso sostienen que el ministerio «obvia la opinión ciudadana que rechaza las propuestas 1 y 4», aunque en realidad esto no es del todo cierto, ya que las dos Corporaciones municipales acordaron por unanimidad inclinarse por la 1, y lo hicieron también con el voto favorable de los representantes socialistas.
En cualquier caso, en el grupo parlamentario socialista del Senado insisten ahora en que no hay variante que valga porque «resulta totalmente innecesario construir nuevas vías».
Rechazo social
La senadora socialista Paula Fernández Pena criticó en su intervención en la Cámara Alta que «el ministerio ha decidido, de forma unilateral, enfrentarse a toda la sociedad y rescatar ese proyecto publicando una resolución por la que se aprueba provisionalmente el estudio informativo y el estudio de impacto ambiental para la construcción de la variante de Padrón, Pontecesures y Valga, seleccionando entre las cuatro variantes posibles, la denominada número 4, que prevé una infraestructura de 5,73 kilómetros y un presupuesto de licitación de 33,42 millones de euros». Esto supone que «el Gobierno decide construir una vía que nadie quiere y elige, entre las cuatro alternativas, el peor trazado para los ciudadanos».
A su entender, «el rechazo no es solo porque la obra sea lesiva a los intereses socioeconómicos, medioambientales y culturales de la zona, sino que radica en una simple realidad y es que, a día de hoy, esa variante es una obra innecesaria».
Faro de Vigo
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