La lamprea del Ulla se hace de rogar.
A poco más de un mes para que concluya la campaña de pesca tradicional de la lamprea en el río Ulla a su paso por la parroquia de Herbón, en el municipio de Padrón, la escasez de capturas empieza a desanimar a los pescadores autorizados. Uno de ellos es Antonio Caldelas, de 51 años, que trabaja las pesqueiras denominadas O Canal, debajo del convento franciscano.
«Case vai toda a campaña alá e nada de nada», asegura este pescador en alusión a que todavía no realizó ninguna captura en la parte del río que trabaja. Según cuenta, el Ulla aún lleva demasiado caudal de agua, pese a que en los últimos días descendió más de un metro. En parte lo achaca al agua que dejan salir del embalse de Portodemouros, con lo que las «pesqueiras afogan», señala Antonio Caldelas.
«Cada día veño con menos ganas ao río», añade este vecino de Herbón que, en broma, cuenta que no tiene ni una lamprea para «invitar a un amigo». Ese elevado caudal de agua perjudica dos tramos de pesqueiras situadas en Herbón, O Canal y las anteriores de As Vellas. Aquí, los pescadores autorizados también dejaron de echar las redes por la escasez de capturas.
En cambio ese mismo nivel de agua es insuficiente para las primeras pesqueiras del río Ulla en Herbón, las de Areas, en las que el viernes los pescadores levantaron dos lampreas, una de las cuales muestra Antonio Caldelas en la imagen. Se trata, según explicó el pescador, de una «guía», es decir, uno de los primeros ejemplares de lamprea que migra del mar hacia el río.
La lamprea era «blanquísima», síntoma de que «leva pouco tempo no río e de que ven dereitiña do mar», dice Antonio, para quien capturar este ejemplar es una buena señal ya que supone que las lampreas empezarán a subir del mar hacia el río.
De hecho, según explica Antonio Caldelas y confirma el agente de Medio Ambiente José Manuel Freire, la escasez de capturas de lamprea en el río Ulla se debe a que los peces «non subiron no seu tempo», a causa de que no hubo riadas en el otoño y, por tanto, sin agua, no se produjo la «migración natural» de este pez del mar hacia el río.
Pero el vecino de Herbón asegura que «a lamprea ten que subir, aínda que sexa en maio», aunque entonces será tarde para sus pesqueiras, en las que el plazo de pesca finaliza el 25 de abril, al igual que en As Vellas. No obstante, confía en que estos días, con el aire de norte, la lamprea «se mova un pouco» y que mejoren las capturas porque, de lo contrario, «este ano non sacamos nin para pagar os permisos», explica Caldelas.
El pescador recuerda la temporada pasada, cuando en el mes de enero ya había mucha cantidad de lamprea y precios muy bajos. Paradójicamente, esta campaña, que coincide con las primeras jornadas sobre este pez organizadas por el Concello de Padrón y que incluyen una degustación gastronómica este fin de semana en diez restaurantes del municipio, es cuando menos lamprea se pesca en el río Ulla en Herbón.
La Voz de Galicia
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