El desbordamiento de ríos aísla a familias en Valga y obliga al corte de carreteras y calles.
La crecida de los ríos de la que ya se informaba ayer en FARO siguió en aumento a lo largo de la jornada e hizo que los desbordamientos se agravaran, lo cual llegó a aislar a numerosas familias, sobre todo en el Concello de Valga, y obligó a prohibir la circulación rodada en carreteras, calles y caminos.
Mientras continuaban anegados terrenos de labranza y viñedos tanto en la comarca de O Salnés como en el territorio del Ullán, el agua se apoderaba de todo tipo de vías de comunicación, lo cual impidió que muchos ciudadanos afrontaran la jornada con normalidad.
El Centro de Atención a las Emergencias (CAE) 112 Galicia decía que entre las 6 y las 8 horas de ayer se registraban 381 incidentes a causa de la meteorología adversa y que 120 correspondían a la provincia de Pontevedra.
Entre ellas estaban las registradas en Valga, donde el desbordamiento de sus ríos y riachuelos obligó a cortar a la circulación varias pistas del ayuntamiento y a cerrar dos pasos subterráneos bajo la vía del tren. Y aunque había vías de comunicación alternativas, los perjuicios eran evidentes.
Los efectos se hacían notar en A Devesa, Casanova, Forno, Baño, Campaña y otros lugares del municipio que, por otra parte, suelen ser los más castigados cuando llueve con intensidad.
En algunas zonas el agua entró en las viviendas y en otras los vecinos lo evitaron tapiando las puertas para que no entrara. Pero no podían salir al exterior, salvo que quisieran hacerlo a través de las grandes bolsas de agua formadas, con el consiguiente riesgo para su integridad.
Es de destacar el intenso trabajo que tuvieron que realizar Protección Civil y Policía Local de Valga, tanto cortando calles para evitar el paso de peatones y automovilistas como desatascando desagües para evitar la acumulación de agua.
Incluso se arriesgaron al máximo para actuar sobre ríos desbordados y extraer todas las ramas, piedras y demás elementos arrastrados por las intensas corrientes hasta varios puentes, de tal forma que todo ese material los taponaba por completo y facilitaba la salida del agua de su cauce normal.
Algunos vehículos llegaron a quedar atrapados en el agua que cubría las vías de circulación, sobre todo en la red secundaria.
Ocurrió tanto en Vilagarcía, en la Avenida da Mariña y en la calle de López Ballesteros -la subida al barrio de A Torre, bajo las vías del tren- como en Ribadumia, donde un vehículo quedó bloqueado en la carretera EP-9510 antes de que fuera cortada al tráfico.
Son solo algunos ejemplos de lo sucedido, pues también hay que hablar de desbordamientos y problemas para el tráfico en Pontearnelas, Cabanelas, As Aceñas, Baión, Vilanoviña y otros muchos lugares.
Así las cosas, las localidades de Valga, Meis, Ribadumia y Vilanova fueron algunas de las más afectadas, si bien es cierto que también se registraron contratiempos de mayor o menor consideración en Pontecesures, Catoira, Meaño, Vilagarcía, O Grove, A Illa y, en definitiva, en todos los municipios de la comarca.
Incluso habría que hablar de municipios cercanos, pues las importantes inundaciones registradas en Caldas hicieron que los bomberos tuvieran que desplazarse desde Vilagarcía para, por espacio de tres horas, colaborar en los trabajos para achicar el agua de un conocido supermercado.
Faro de Vigo
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