Medio Ambiente abre el plazo de solicitud de «pesqueiras» para capturar lamprea desde enero.
La pesca de lamprea en el Ulla comienza en enero, como es habitual. A la espera de que los valeiros empiecen a largar sus nasas butrón aguas abajo, a estas alturas del año ya es momento de hablar de las tradicionales «pesqueiras», ya que la Consellería de Medio Ambiente hace públicas las normas que regulan la actividad en esas construcciones tradicionales y fija las condiciones para solicitar su explotación el año que viene.
Tal y como explica el periodista Miguel Piñeiro en uno de sus libros, precisamente centrado en el mundo de la lamprea, las pesqueiras son «verdaderas joyas del tiempo de los romanos (del s. V a. C. hasta el s. II d. C.); ingeniosas construcciones formadas por grandes sillares de piedra situadas dentro del río que se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua».
Es esta estratégica situación la que propicia la captura del primitivo pez cuando remonta el río para desovar.
Pues bien, en las pesqueiras de Areas (Herbón) se permitirá la actividad desde el 2 de enero al 25 de marzo, mientras que en el tramo comprendido desde la pesquera de As Vellas hasta la de A Trapa -también situadas en Herbón- el periodo de actividad va desde el 30 de enero al 22 de abril.
Por último, en el tramo de río existente entre las pesqueras de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la de Lampreeiro, en el lugar de As Pesqueiras (Reis), se autoriza la pesca del cartilaginoso pez desde 6 de febrero al 6 de mayo.
Eso sí, con la advertencia de que «el mismo día que finalice el período autorizado se retirarán las artes de pesca» del cauce fluvial, teniendo en cuenta además que las redes solo pueden estar caladas en el agua desde las 20.00 horas hasta las 8.00 horas del día siguiente.
Lógicamente se prohíben las labores de pesca, y por tanto deben levantarse las redes de las pesqueiras, desde las 8.00 horas de los sábados hasta las 20.00 de los lunes.
Hay otras limitaciones a tener en cuenta, como por ejemplo que en las pesqueiras de Areas y As Vellas debe dejarse libre el canal central del río y que deben emplearse redes que no causen daño a otras especies piscícolas.
Como de costumbre, «todos aquellos ejemplares piscícolas que no sean las lampreas capturadas en las pesqueiras» deben ser devueltos al agua o entregados a los agentes guardarríos que lo soliciten, siendo obligatorio que los concesionarios de las pesqueiras colaboren en todo momento con el personal del Servicio de Conservación de la Naturaleza de la Consellería de Medio Ambiente.
Miguel Piñeiro recuerda en su libro que «la concesión para pescar lampreas en las pesqueiras del Ulla tiene su origen en un documento fechado en el siglo IX que en actualidad está en poder de la familia Lago de Herbón y que en su día fue interpretado por un fraile del Convento de los Franciscanos situado a escasos metros de la zona lampreeira».
Hoy en día en el Baixo Ulla estos grandes bloques cuadrangulares formados por piedras que se alinean en perpendicular a la corriente, cruzando casi todo el río menos la corriente central, siguen de plena actualidad. Los Concellos de Padrón y Pontecesures son dos de las localidades en las que la lamprea juega un papel destacado.
Faro de Vigo
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