Las investigaciones de la Guardia Civil para
dar con los autores del asalto a la casa rectoral de Cruces, en el municipio de Padrón, avanzan «por buen camino», según explicó ayer en un acto en A Coruña el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, quien espera que el caso «se resuelva lo antes posible».
Para ello, la Guardia Civil tiene movilizados a numerosos agentes desde que tuvo lugar el suceso, en el que resultó herido el cura párroco Ramón Barral y murió su asistenta, María Soto. Tras la aparición en Pontecesures, a pocos kilómetros de la casa rectoral, del vehículo en el que huyeron los tres asaltantes, se confirma la idea de que los ladrones podrían ser de la zona y, además, conocidos.
Ayer se tenía en Padrón la confianza de que, como expresó el delegado del Gobierno, las investigaciones están muy avanzadas y todo podría acabar en cuestión de días. Pero hasta el momento no ha trascendido nada sobre las indagaciones de la Guardia Civil.
Volver a la normalidad
Entretanto, la parroquia de Cruces trata de volver a la normalidad aunque la misa de mañana en el santuario de A Escravitude no será oficiada por el cura párroco Ramón Barral, que se recupera de las heridas en la casa de su hermana en Santiago. Será el sacerdote de Padrón y arcipreste de Iria, Roberto Martínez, el que diga el oficio religioso, a la espera de que pueda reincorporarse Barral.
La Voz de Galicia