Trescientas personas protestan contra el cierre de la fábrica «Novo y Sierra».
Los trabajadores de la derámica valguesa se encontraron ayer con la solidaridad de sus convecinos y autoridades de Valga y Pontecesures. Ni el sol de justicia que ayer caía a plomo les amilanó a los cerca de 300 asistentes a la marcha de casi una hora y media que se comenzó en horario de toros.
Con puntualidad inglesa salió la manifestación desde Pontecesures en dirección a la cerámica que ha echado el cierre después de 70 años de actividad y de dar trabajo a casi cuarenta familias de ambos municipios.
El problema es que además llueve sobre mojado y los empleados de «Novo y Sierra», pasan a engrosar las listas del INEM en el mismo sector que hace pocos meses se inscribieron sus colegas de «Cedonosa».
Al término de la protesta, sin embargo, había cierta satisfacción por parte de la plantilla, ya que contaron con el apoyo directo de Maribel Castro, alcaldesa de Pontecesures, y Jose Mª Bello Maneiro, de Valga, además de miembros de ambas corporaciones. A la cita también acudieron responsables de CC.OO y de la CIG así como otros ediles de municipios próximos.
La pancarta que abrió la marcha ilustró el sentir de todos los presentes. La convocatoria se convirtió en un clamor por el empleo en época de crisis.
Los asistentes anunciaron que continuarán con la lucha con el fin de tratar de recuperar sus puestos de trabajo.
Aseguran que no están dispuestos a soportar que la empresa pueda venderse a otros inversores y que estos decidan contratar a personal distinto al que hasta ahora vino realizando las difíciles labores que le corresponden.
La alcaldesa de Pontecesures hizo hincapié en el desarrollo pacífico de esta manifestación «ya que no hubo ningún incidente» a pesar de que duró casi hora y media.
Al concluir la marcha, frente a la histórica fábrica valguesa, los organizadores leyeron sendos comunicados en los que hicieron un relato de la situación en la que se encuentra la empresa, cuya quiebra se promovió hace pocas semanas.
Precisamente hace unos días los trabajadores participaron en otra concentración de protesta en Pontevedra, en defensa de sus puestos de trabajo. Asimismo rechazan, por escasas, las indemnizaciones que los empresarios pretenden concederles por la pérdida de sus trabajos.
FARO DE VIGO, 31/05/09
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