Crucero a bordo de un drakkar
Alumnos de toda Galicia disfrutan de una experiencia única en aguas del río Ulla
Alumnos de Cangas y Sada, en uno de los grupos participantes en el programa «Translatio».
350 plazas distribuidas en ocho turnos y embarques de lunes a jueves, hasta el 25 de marzo. Son las claves del programa «Translatio», una iniciativa de la Dirección Xeral de Xuventude y el Concello de Catoira que permite a alumnos de diferentes institutos de Galicia embarcar en el drakkar «Torres do Oeste», una réplica de un barco de guerra vikingo que cada año forma parte de la dramatización del desembarco guerrero en tierras catoirenses. La actual experiencia carece de tintes bélicos y permite a los jóvenes disfrutar de una singladura de gran valor ecológico y cultural.
Es algo así como un crucero turístico por aguas del Ulla, pero en este caso a bordo de un barco de guerra vikingo y con marcados tintes culturales, como los derivados de la traslación de los restos del Apóstol.
Cuenta la leyenda que sus discípulos portaron los restos de Santiago desde Palestina a bordo de una barca de piedra, para remontar el río hasta Iria Flavia. Ahora la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla forma parte fundamental de los Caminos de Santiago y cobra cada vez más peso, no sólo porque hace unas semanas David Meca hiciera la mediática peregrinación a nado entre Vilagarcía y Pontecesures, sino también porque alumnos de toda Galicia tienen la oportunidad de surcar las mismas aguas, pero subidos a un drakkar.
Estos estudiantes, que se alojan en el Albergue Xuvenil das Sinas (Vilanova), se distribuyen por turnos para embarcarse en la nave vikinga cada mañana, de lunes a jueves. Esta semana corresponde el turno a alumnos de tercero y cuarto de ESO y primero de Bachillerato de los institutos María Soliño (Cangas) e Isaac Díaz Pardo (Sada).
El plan de trabajo, estudio y ocio establece el embarque a eso de las 11.30 horas en las emblemáticas Torres do Oeste, que un día sirvieron para proteger a Galicia frente a las incursiones de los bárbaros. Ya dentro del drakkar, remontan el Ulla en dirección a Pontecesures, el último puerto fluvial de la Ruta Xacobea.
En ese itinerario no sólo pueden recibir todo tipo de explicaciones sobre la historia de la traslación de los restos del Apóstol, sino que se deleitan con un espléndido paisaje marcado por las junqueras y el serpenteante trazado del Ulla. Es un espacio de alto valor ecológico, y por tanto protegido como tal, que como ocurrió ayer puede disfrutarse mejor en días soleados, si bien el frío se hacía, por momentos, insoportable.
El viaje de regreso, río abajo, es más placentero, sobre todo porque tras zarpar de Pontecesures los alumnos se detienen en la playa fluvial de Vilarello, en el Concello de Valga, donde tienen la oportunidad de asistir a un almuerzo con el que reponer fuerzas. A eso de las cuatro de tarde continúa la travesía, para amarrar el drakkar de nuevo en el pantalán flotante situado a los pies de las Torres do Oeste, bajo el viaducto que comunica Catoira con Rianxo, o lo que es lo mismo, el que une las provincias de Pontevedra y A Coruña.
De este modo el programa «Translatio» permite a los jóvenes gallegos «identificar y valorar los recursos del entorno, apreciar su patrimonio natural y etnográfico y conocer mejor la historia relacionada con el Xacobeo, además de brindarles la posibilidad de aprender a manejar elementos de cartografía y orientación terrestres y marinos», recalca el alcalde de Catoira, Alberto García García.
FARO DE VIGO, 28/01/10
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